Paralizamos el reloj, intentamos hacer que el tiempo no pase más porque ese momento no quería ser fugaz. Aunque quisimos de mil maneras, sabíamos que no íbamos a poder, sólo quedaba hacerlo inmortal aunque las horas iban a pasar. Aprendimos que aunque las agujas del reloj corran, lo nuestro podía ser algo más, no sólo un minuto en el paraíso. Quizás algo que no tenga fecha de vencimiento, quizás algo más que una simple amistad.
1 comentario:
jo jo jo sabelooo
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