domingo, 25 de julio de 2010

Hay que ser persistente para saber que la lluvia va a parar, que el dolor va a terminar. Que las gotas se evaporan por el sol, que el suelo queda seco nuevamente. Pensar que llovió, te sacará la sonrisa, pero nunca se la niegues a ese rayo de sol, que te invita a caminar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

sabeloooo eso te lo dije yooooo