martes, 11 de mayo de 2010

No se si desperdicie el tiempo o si hice de tu cuerpo un mal trecho

Solo sentí la miseria compartida, luego de revolcarnos en esas sabanas bonitas

Lejos de todo el mal que pudo hacerte, te involucro en este desorden viviente

Yo no puedo amarte más, ni quererte menos.

Te pedí miles de razones

de asombros y costosos amores.

Te dejé ser más de uno.

Hasta que me consumió el orgullo.

Me deje ser tuya

Hasta que desnaturalicé la duda.

Me deje ser tuya

Hasta olvidar la culpa.

Yo no puedo cosificarte sin engañarte

No se si me extravié en tu pecho o en esa frase en la que te encierro.

Yo no puedo propagarte sin derrumbarme.

Vos sos todas esas cosas que quiero

Ese desorden en el que me encuentro.

Vos sos todo eso que deseo

que consumo

que digiero.

Sos el habitad de mis sentidos

de mis palabras y mis mordidos.

Sos el habitad de la inocencia

de la inmensidad

de mis histerias.

Sos eso que nunca me animaría a dejar

eso que consumo hasta acabar

Sos eso que a veces parece imperfecto e irreal...

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